Tras un año de oscuridad vinculado a las drogas y alcohol el eterno galán adolescente vuelve al cine en el filme Buenos Vecinos. A los 26 años y a casi ocho del suceso de High School Musical cuenta que está sin novia y que con el tiempo aprendió a tomarse la vida y la fama menos enserio.
Cumplió a rajatabla todos los pasos de un digno galancito de la factoría Disney: se hizo famoso de chico, cosechó mucho éxito y dinero como adolescente pródigo, estuvo de novio con una estrella teen (en su caso, Vanessa Hudgens, protagonista del fenómeno High School Musical) y cuando terminaron las mieles de la productora del ratón Mickey se separó, cayó en depresión, engordó y tuvo adicción al alcohol y las drogas. “Necesitaba cambiar, dejar de tomarme enserio a mí mismo”, confesó hace poco tiempo en una entrevista televisiva respecto de su oscuro 2013. “Este filme (Buenos Vecinos) es la frutilla del postre. Estoy terminando un capítulo de mi vida, porque entré en razón y comprendí que no podía seguir como estaba”, subrayó.
La comedia se estrena el próximo jueves y trata sobre una pareja con un bebé recién nacido (Seth Rogen) y el vínculo con una fraternidad de lucha conformada por 50 hombres se muda al lado de la casa de la familia. El jefe de la agrupación es Teddy Sanders (Zac Efron). El sentido de pertenencia a un grupo como éste es muy importante para el actor. Si bien él nunca formó parte de ninguno siente que mucha falta le hubiera hecho para no marearse con la popularidad. “Cuando te vas de la casa de tus padres, pertenecer a un team de este tipo es la mejor opción para sentirte acompañado y mantener los pies sobre la tierra. Los miembros de estos grupos están un poco locos, pero son muy buenas personas. En mi caso, estuve bastante solo en Hollywood y no lo recomendaría para nada”, explica.
En la pantalla grande volvió además a mostrar ese cuerpo escultural que supo tener en su tierna primera juventud. “Me entrené mucho para cada escena. El punching ball fue mi mejor amigo durante largo tiempo. Además, tuve que respetar una dieta balanceada y suprimir carbohidratos. Al comienzo la cumplí a rajatabla, pero después de unas semanas terminé encaprichándome con dulces. Son mi perdición”, confiesa. Tanto se concentró en las escenas de lucha del largometraje que durante una toma que peleaba con su coprotagonista se fracturó. “Era una simple trompada lo que debía hacer, pero me entusiasmé tanto que me doblé la mano. Nadie se enteró en el set, hasta que a la noche fui al hospital y tuve que ser operado. ¡Fue una jornada de rodaje extrema!”, recuerda entre risas.
Luego de su promocionado romance con su ex compañera de High School Musical (que duró 6 años) no se le conocieron amores. En la actualidad confiesa que se encuentra solo y que no tiene ningún reparo para enamorarse. “No busco una mujer especial, estoy abierto y sin prejuicios a conocer chicas”, señala. En tanto, se reconoce como un romántico y reveló que una vez en su vida le escribió una canción a una noviecita (no quiso blanquear su nombre) y la cantó en una escenario de una fiesta y ¡de sorpresa!. Ella murió de amor, claro. La música es otra de sus grandes pasiones como el cine, es por eso que planea construir un estudio de grabación en su propia casa de Beverly Hills, en donde también tiene su reciente productora de cine y TV, con la planea llevar a la pantalla grande una novela del autor John Grisham. Está claro que sus aspiraciones ya superan la comedia musical y los trabajos para adolescentes. Para Zac es hora de salir de nuevo al ruedo y sorprender con su talento -ahora más desarrollado- como lo hizo casi una década con su papel del carismático Troy Bolton.
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